Bueno, ya estamos llegando al presente.
Aparece el coronavirus en escena y recibido varias llamadas del hospital para cancelarme todas las citas médicas hasta nueva orden. En mayo empiezo a vomitar casi todos los días, siempre después de las comidas.
Mi marido una noche me obliga a ir a urgencias. Después de ver que está todo vacío me llaman en triaje y deciden hacerme un electro porque tengo muy alto el ritmo cardíaco.
Al salir del electro me encuentro un médico que pasaba por ahí y me llama.
-He venido al ver que era por vómitos, pero ya veo que no estás deshidratado.
Joder, que ojo, puede ver que no estoy deshidratado sin analíticas ni nada. Me hace una analítica y si, estaba deshidratado. Me ponen un suero y ahí me quedo esperando solo, porque por protocolo no pueden pasar los acompañantes al hospital.
La enfermera me quita la vía y me dice que pase a ver al doctor. Voy de mala gana porque me parece un déspota, pero en fin, es mi opinión.
-Buenas de nuevo Daniel. La analítica dice que estabas deshidratado y por eso te hemos puesto suero. Lo de los vómitos veo que padeces de "saraicoidiosis"
-Sarcoidosis - le corrijo.
-Mira Daniel, yo lo que creo es que tienes miedo al coronavirus y por eso lo de los vómitos.
Mi cara no es un poema, son las rimas de Gustavo Adolfo Bécquer. Estoy cansado porque son las 3 de la mañana y me quiero ir a casa, sino le ponía una queja a atención al paciente.
-Si tu lo dices será -contesto sin ganas.
Me da un diazepam y me da el alta. Salgo con la hoja creyendo que estoy soñando. Mi marido está afuera, esperando. Al verme viene a paso rápido.
-¿Qué te han dicho?
Veo a mi suegra detrás de él y le doy un beso. No quería que mis padres vinieran a urgencias porque no quería que se preocuparan por una cosa así.
Les cuento toda la historia y mi marido quiere entrar para hablar con el médico. Le digo que estoy cansado y que quiero irme a casa. Acepta a regañadientes y nos vamos a casa.
En junio me llaman para recuperar algunas citas, unos rayos X a los pulmones y una analítica.
Me hago ambas pruebas y después de dos horas de los rayos me llaman del hospital. Es una mujer que dice ser neumóloga.
-Daniel, soy Marta, neumóloga del hospital. Tienes los pulmones igual que la anterior vez. ¿Te has notado en algo diferente?
Le cuento lo de los vómitos, la falta de aire cuando hago algún esfuerzo, etc.
Me dice que vaya a finales de julio a consulta, y aunque me llamen para cancelarla, que vaya.
Dicho y hecho. Me hacen pruebas de capacidad pulmonar y luego a consulta. Llego a la consulta y hay una mujer. Supuse que era la que me llamó por teléfono, pero no, era otra. No la voy a poner ni nombre.
-Buenas Daniel. Veo que tienes los pulmones igual pero has perdido capacidad pulmonar. ¿Estás tomando alguna medicación?
-No, nunca me habéis dado nada.
-Entiendo.
Se hace el silencio y solo se oye el ruido de la rueda del ratón arriba y abajo. Para romper el silencio de 5 minutos la comentó que el médico de digestivo me dijo que iba a solicitar un cambio de hospital. La mujer, simpática como ella sola, sin separar los ojos de la pantalla me dice:
-Por una sarcoidosis pulmonar no se hacen traslados, se tratan desde aquí.
-Es que también tengo afectado el hígado.
Suelta el ratón y se la hincha el pecho como a los palomos.
-Pero vamos a ver. ¿Te han hecho alguna prueba para saber que tienes sarcoidosis? Porque aquí no veo nada.
Dios... otra vez volver a empezar no...
-Tengo biopsia de pulmón y de hígado.
-Ah, sí, es verdad, que no me salía. ¿Pero la prueba del hígado es lavada?
-Pues no lo sé, a mí eso nunca me lo han dicho.
-Es que claro... -dice por lo bajo-. Pues sí, tienes sarcoidosis en el hígado. Es muy raro que la sarcoidosis afecta al hígado.
La miro con cara de circunstancia y la vuelvo a repetir lo del cambio de hospital.
-Mira, el Dr. Ríos como te he comentado antes, me dijo que iba a solicitar un cambio de hospital porque prefería que me tratara un grupo conectado de profesionales y no cada uno por separado.
-Voy a llamar a digestivo, porque aquí pocas derivaciones se hacen.
-¿El Dr. Rías? ... Ríos, perdón. Estoy con un paciente que me está diciendo que tú has solicitado un cambio de hospital para el tratamiento de una sarcoidosis con afección pulmonar y en hígado... sí... ah, es que no he visto esa pestaña... ok... adiós
La miro pensando que pobre mujer, no se cree ni los nombres que la digo.
-Me ha dicho que va a enviar ya la solicitud de cambio de expediente y que ya te llamaran del otro hospital.
-Ah -digo esperando algún ápice de de culpa o perdón, pero no.
-Voy a dejar aquí apuntado, que yo te daría medicación ya, pero como te van a tratar otro hospital no quiero interferir, además, voy a dejar pedido aquí un TAC de alta definición, aunque supongo que no lo harás porque ya te habrán derivado
-Supongo. ¿Pero no me vas a mandar nada de de medicación?
-No. Bueno Daniel, te doy cita para finales de septiembre de 2020 por si no te han llamado del otro hospital empezar la medicación en este.
Que maja, parece que se ha pispado de que no la he mentido en nada.
Me fui igual que vine. Con dolores y sin tratamiento